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Microrrelatos sin champagne: El desconocido

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“Dillon, The Unknown”

Alguien me seguía. No nos conocíamos pero la situación me resultaba familiar, ¿nos habríamos encontrado en algún otro lugar antes? Prefería no saberlo, así que aproveché para esconderme entre la gente. Parecía que todos iban en mi dirección contraria, pero no era posible que el mundo se hubiera puesto de acuerdo en ese mismo instante en el que parecía que al final de mi huída no había nada interesante. Aceleré mi paso pero cada vez aparecía más gente en aquella avenida haciendo que necesitara largos segundos para avanzar pequeñas losas, como si el tiempo se estuviera alargando y el espacio reduciendo. Ese alma se mantenía a una distancia constante, como si sólo quisiera observarme; como si estuviera valorando cada uno de mis actos para juzgarme en algún momento, cuando le apeteciera; como si me estuviera recordando que tenía que analizar cada detalle, pues un detalle cambia el mundo, y un cúmulo de éstos el universo. Cambia el tiempo, y el espacio; un detalle cambia todo. O quizás no cambie nada, pero daba la impresión de que él ya lo supiera, pues era quien controlaba las consecuencias. Cuando por fin pude deshacerme de su presencia tuve que pararme a tomar aire, pero el mundo se paró en el momento en que yo dejé de moverme. De repente todos me miraron, y tras unos segundos en silencio sonó un ruido tan fuerte como jamás había escuchado; entonces cerré los ojos y los volví a abrir tan rápido como desapareció el sonido, pero ya no estaba en el mismo sitio. Otra vez me despertaba a salvo, aunque empapado. Una vez en calma me levanté para ir al baño con una extraña imagen en la cabeza. Al entrar al baño la luz parpadeaba, pero no había interruptor. Miraba al techo, pero tampoco había bombilla, y de repente otra vez esa sensación en la que la escena me resultaba familiar, y ese fuerte ruido. Pero no podía ser, pues yo ya me había despertado. ¿En qué realidad, sino, estaba metido ahora?

Microrrelato escrito por Thinking Lola

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