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Microrrelatos sin champagne: Marquís de Toluca

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“The XX, Angels”

Vivía en un hotel desde hace años, el dinero no era un problema. Era Marquís de Toluca, y de nada más.

  • ¡Toc, toc! –bromeaba la sirvienta cada vez que se acercaba, y preguntaba desde fuera–, ¿necesita algo el señor?
  • ¡NO! –respondía un poco rudo pero sin maldad ninguna, y esa era toda su contestación–. Bueno… –se animaba tras pensarlo mejor– un vaso de agua quizás, con un poco de menta y unas gotitas de limón.
  • Ahora mismo se lo traigo señor, porque usted se lo merece –añadía siempre como coletilla mientras se reía, pues habían desarrollado una relación particular, y éste se lo agradecía–.
  • Eres la mejor mujer que he conocido nunca Anna, si te hubiera conocido cuando era joven…
  • ¿Me hubieras dejado un lugar en tu castillo? –otra vez le sonrió, era increíble como siempre lo hacía… pero había conseguido distraerle con aquella interrupción, pues tenía que atender a más personas, y se fue–.

Desde la ventana de la habitación se veía el mar, y las montañas, qué más se podía pedir. Tengo suerte –pensaba– mientras se sacaba una postal dedicada del bolsillo; de la mesita de noche, unas gafas, y leía en voz alta con dificultad: Te queremos, tu familia.

  • ¡Toc, toc! –llamaban de nuevo pidiendo permiso para entrar. No escuchaba voz y repetían, esta vez más alto–. ¡Toc, toc! ¿Todo bien?
  • ¡¿Quién eres?! –preguntaba girándose, desconcertado. Con miedo, y enfado; aturdido, y alterado–.
  • Soy yo de nuevo, Anna. ¿No me reconoces?
  • ¿Anna? […] ¡No conozco a nadie con ese nombre! ¿Qué quieres de mí? ¿Dónde estoy?
  • Tranquilo, sólo vengo a ayudarte. Necesitas descansar, te prepararé algo caliente.

Inmóvil, me ayudó a entrar en la cama; ya no hay día para mí. Pero mañana seguiré jugando, como siempre, me despertaré siendo el Marquís.

Microrrelato escrito por Thinking Lola

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