Postres caseros: Torrijas
La historia de este dulce es desconocida, aunque su primera referencia escrita se encuentra en el libro De re coquinaria publicado en el siglo V, y que se atribuye al gastrónomo romano Marcus Gavius Apicius nacido durante el siglo I dC. Esta primera receta no incluía huevo, bañándose simplemente el pan en leche y llamándose “pan dulce”. Fue mucho tiempo después, en el libro Le Viandier publicado en el siglo XIV por el cocinero francés Guillaume Tirel, cuando se hace referencia a la receta con huevo, más parecida a como la conocemos hoy en día. Actualmente se han descrito numerosas variaciones, aunque la que nosotros compartimos es una de las más clásicas; necesitaremos:
Ingredientes
- 500 ml de leche
- 1 palo de canela en rama
- 2 ml de extracto de vainilla
- Corteza de medio limón
- 400 gr de azúcar blanca
- 1 barra de pan, mejor un poco duro
- 3 huevos
- 30 gr de canela en polvo
- 500 ml de aceite de girasol
Preparación
- Calentamos la leche en un cazo junto con la canela en rama, la vainilla, la corteza de limón y la mitad del azúcar.
- Al hervir retiramos el cazo del fuego y lo dejamos enfriar.
- Mientras se hierve la leche, cortamos la barra de pan en rebanadas gruesas de unos tres o cuatro centímetros.
- Batimos los huevos en un plato hondo y los reservamos.
- En otro plato hondo, añadimos la otra mitad del azúcar y la canela molida mezclándolas bien.
- Ponemos a calentar el aceite en una sartén grande a fuego medio.
- Cuando la leche se haya enfriado un poco bañamos las rebanadas de pan, y después las bañamos también en huevo.
- Las vamos echando a la sartén para freírlas, dándoles la vuelta para que se hagan por las dos caras.
- Cuando estén fritas las sacamos y las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela que teníamos en un plato hondo.
- Finalmente las dejamos enfriar sobre una bandeja con papel de cocina absorbente para que empape bien el aceite.
Por supuesto, habrá que variar las cantidades de leche, huevo, canela y azúcar en función del tamaño de la barra de pan por lo que si veis que os falta añadir un poco más. También hay quien añade un poco de vino dulce a la leche e incluso un poco de miel, o anís; o bañan el pan en nata, además de en leche y huevo. Vosotros podéis añadir el toque personal que más os guste y, en cuanto al aceite, se pueden freír perfectamente en uno de oliva si se prefiere.
Esperamos que hayáis disfrutado con esta receta, ¡volveremos pronto con más!
Artículo escrito por Thinking Lola