Cómo hacer un buen café con la cafetera italiana
Seguramente a nadie le falte en casa esa cafetera grande de metal que ponemos al fuego para hacer café a todos los invitados en nuestras comidas familiares, o una un poco más pequeña para hacer mejores nuestros despertares. La habremos utilizado tantas veces que hasta casi habremos automatizado el uso, y es que realmente es tan sencilla e intuitiva que incluso podríamos adivinar su mecanismo si aún no la conociéramos. Aún así, queremos proponeros unos pequeños trucos para sacarle el máximo partido a vuestro café y que ese rico olor se os quede en la cabeza hasta que sea la hora de dormir, y os despertéis para el siguiente:
Lo primero es, por supuesto, añadir agua en la parte inferior de la cafetera hasta el nivel de su válvula de seguridad. Luego pondremos el filtro encima observando bien que éste no flote, y asegurándonos de que el agua no rebose por sus agujeritos; si se diera el caso habría que vaciarla un poco. También será recomendable calentarla antes de echarla en la cafetera aunque a veces realizar todos estos pasos puede resultar algo tedioso, pero el resultado merece la pena.
Después añadiremos el café hasta el borde nivelándolo suavemente con una cucharilla pero sin apelmazarlo, permitiendo que el vapor de agua fluya bien al atravesarlo; de lo contrario podría salir demasiado intenso e incluso con un sabor quemado. No hace falta decir que cuanto mayor sea la calidad del café que utilicemos, mejor será el café que tomaremos, y que si os gusta el café suave podéis llenar el filtro sólo hasta la mitad.
Seguidamente enroscaremos las dos partes de la cafetera y la pondremos sobre fuego alto, dejando la tapa abierta hasta que el café empiece a salir por la parte superior. Entonces pondremos el fuego casi al mínimo y cerraremos la tapa para que el vapor de agua ascienda lentamente y esté más tiempo en contacto con el café, atrapando todos sus aromas.
Una vez salga vapor de la cafetera será el momento de retirarla del fuego; abriremos la tapa removiendo el café con una cucharilla y después lo verteremos sobre una taza. Llegados a este punto ya podréis disfrutar de vuestro “momento zen” en el que está a punto de comenzar el día.
Esperamos que os haya gustado y que no dejéis de seguirnos, pues poco a poco iremos añadiendo interesantes novedades. ¡Que tengáis un día estupendo!
Artículo escrito por Thinking Lola
Blanca López
D ahora en adelante dejaré la tapa abierta hasta q empieze a. Salir .y bajar el fuego pues tampoco lo he hecho…Gracias por el consejo