breakfast-1870009_1280

Cómo hacer un café Irlandés

Cerca de Limerick, el aeropuerto irlandés de Foynes había empezado a recibir a muchos pasajeros entre los que se incluían importantes personalidades del mundo de la política estadounidense y de Hollywood, entre otros. Con el objetivo de dar una buena imagen del país que les recibía, en 1942 se abre un restaurante en el mismo aeropuerto del que el chef irlandés Joe Sheridan se haría responsable.

Un día, en el mismo año de su apertura, el piloto de un vuelo que hacía el trayecto desde Foynes hacia Nueva York con escala en Botwood consideró que, debido a una gran tormenta, la mejor solución era dar la vuelta y volver al aeropuerto desde el que había salido, avisando a Joe Sheridan para que preparara algo de comida y bebida ya que los pasajeros volverían con frío y hambrientos.

El joven cocinero tuvo una brillante idea con la que calentaría rápidamente a los invitados a su regreso: mezcló café con un poco de whisky y azúcar moreno, y completó la copa montando algo de nata por encima. Cuenta la historia que cuando la gente probo aquello por primera vez se hizo un gran silencio, y un pasajero americano que viajaba en aquel vuelo le pregunto: “Hey Buddy, ¿esto es café brasileño?”, a lo que Joe respondió: “no, es café irlandés”. Como ya hemos desvelado, su preparación es bien sencilla:

Ingredientes

  • Whisky irlandés
  • Café expreso
  • Nata montada
  • Azúcar al gusto
  • Unos granos de café

Preparación

  • Añadimos un poco de whisky en una taza mediana o grande.
  • Añadimos azúcar al gusto y flambeamos el whisky junto con el azúcar.
  • Preparamos un café expreso o largo y lo servimos en la taza anterior.
  • Añadimos la nata montada por encima hasta que sobresalga de la taza.
  • Decoramos añadiendo unos granos de café sobre la nata.
  • Como decoración también podemos añadir un poco de café molido.

Existen diferentes formas de preparar este café principalmente en lo que se refiere a las proporciones, ya que añadiremos más o menos whisky, azúcar, café y nata en función de las preferencias de cada persona; una receta estándar es añadir un tercio de cada, más el azúcar. El whisky se puede cambiar por crema de whisky, o por un sirope sin alcohol de esta misma bebida. En cuanto a la nata, se puede utilizar nata montada de bote o nata líquida para montar. El azúcar también puede ser blanco o moreno: como veis no hay una única “receta perfecta”, sino que cada uno tendremos que buscar “nuestra receta preferida”.

Y sobre todo, no olvidéis que aunque lleve whisky, ¡sigue siendo un café! Muy pronto volveremos con muchas más recetas que estamos seguros os encantarán. Bye bye!

Artículo escrito por Thinking Lola

Sin comentarios

Escribe un comentario