
Microrrelatos con champagne: Vacaciones merecidas
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“Adam Jensen, Sandcastles”
Nos habían hablado de una playa paradisíaca en la Costa Azul francesa así que cogimos el coche y partimos hacia donde el viento nos llevara. Éramos cuatro amigos, cada uno con una mochila con lo justo y necesario para pasar el día: un poco de comida, agua fría y una toalla. Unas chanclas en los pies y camisetas de tirantes blancas con estampados en la parte delantera. Las mismas gafas de sol de montura cuadrangular con cristales reflectantes y bañadores coloridos de lo más variopintados, pues tenía que hacerse ver que el ambiente era distendido pero elegante, juvenil pero maduro. Ventanillas subidas y aire acondicionado enchufado, con una música electrónica de ritmo suave que amenizaba los paisajes rocosos conteniendo un mar azul turquesa digno de cualquier guía internacional de viajes. Un pequeño pueblo portuario nos recibía con sus calles repletas de gente paseando, con terrazas abarrotadas y copas de vino rosado en cada mesa, pues era el vino típico de la zona. El barco era la única manera de llegar a aquella playa de piedras redondeadas en lugar de arena, y situada muy al fondo entre dos acantilados de un color gris claro que parecía elegido adrede para combinar con aquella parte del Mediterráneo. Al llegar paramos el motor a unos cien metros de la playa y echamos el ancla, pues ya habíamos elegido el lugar para pasar el día. Árboles en cada rincón del paisaje; abrimos una botella de champagne, esta vez rosado, y brindamos por nosotros. Luego nos bañamos en sus aguas cristalinas, ¡cómo nos merecíamos aquellas vacaciones después de un duro año de trabajo!
Microrrelato escrito por Thinking Lola