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Microrrelatos de Thinking Lola: Holographic Man

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“Patrick Watson, Je te laisserai des mots”

Dicen que en algún lugar remoto, y en un tempo inconosciutto, nació el hombre con la más rara y bella enfermedad hasta la fecha conocida: “cinematoipedia visualis”. Su cerebro no reconocía los puntos fijos, sino en movimiento, y transformaba los colores en un rosa asalmonado, ciertamente anaranjado. Según los libros de medicina más antiguos, los que le pusieron nombre, la visión de este hombre era como ver una película en el cine no a través de la pantalla, sino desde el negativo. Otra alteración mayúscula era la interpretación del tiempo, pasando a ser reconocido lo presente como algo ya vivido, y en algún momento muy lejano. No veía futuro, y su lenguaje era pasado siempre; sentía con dificultad el miedo, sin embargo era nostálgico. Los síntomas físicos de la enfermedad enfatizaban la mirada, a menudo cristalina, y profunda, aunque relajada. Cuentan que en las noches más heladas, y a deshoras, apuntaba en un diario historias que se le iban ocurriendo, y del que al parecer fue encontrado el que aquí sigue:

“…como cuando me miré, y miraba, como si esta no hubiera sido mi vida -me decía-. O más bien como si también lo hubiera sido aquella, y también aquella otra. Como si la realidad hubiese sido todo lo que yo guardaba en mi memoria, aunque no hubiera sucedido nunca. Porque lo real nunca existió, si en mi lente no pasara, o en mi mente, cuya muerte sólo fuera una elección; como si lo inerte cobrara vida por una simple decisión. Y así es como yo lo imaginaba…”

Sólo hay este caso aparecido y, aunque no se conoce su razón exacta, no se descarta que algún otro haya pasado desapercibido. Desgraciadamente nunca se encontró su cuerpo, por lo que como alternativa seguirán buscando su diario. Era un hombre raro, pero era un caso bello.

Microrrelato escrito por Thinking Lola

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