Microrrelatos de Thinking Lola: Otra teoría de cuerdas
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“The Cinematic Orchestra, Arrival of the Birds & Transformation”
Solo con dos notas se bastaba para llevarme a ese lugar, y no a cualquier otro lugar cercano; sólo a ese momento, no podía ser casualidad. Y cambiaba de escenario al cambiar de nota, como si en mi cerebro hubiera una asociación entre la vibración de aquella cuerda y un color, un olor, una sensación concreta. Los tonos graves me desplazaban en el tiempo; los agudos en el espacio, era como si me pudiera ver a mi mismo representado por un punto que volaba libre y a su antojo dentro de un eje de coordenadas dibujado, pero con muchos planos superpuestos, aunque entrelazados. Bendita música… aún cerrando los ojos, los agudos aumentaban la luminosidad de todo cuanto me rodeaba; aún estando la habitación a oscuras, era inevitable, y la libertad me acariciaba el cuerpo. Sonreía, al tiempo que pensaba que no podía haber encontrado sino el paraíso; y el secreto ya no era un secreto, ahora había que compartirlo.
¡La frecuencia de las notas encontraba la frecuencia a la que se accedía a los recuerdos! Pero también a la que se creaban los deseos, que quedaban grabados en algún rincón de aquel baúl de hechos pasados, dominados por una regla universal primaria escrita en el saber de aquella gente: que ninguno de ellos era más real que ningún otro, ni por supuesto más importante, sino diferente. La segunda regla universal decía que la fuerza de sensación de cada deseo quedaba dominada por la razón, controlada por nosotros mismos. La tercera se dejaba a voluntad de cada cuál, siguiendo ineludiblemente algún principio de coherencia interna.
Es gracioso que el secreto se encontrara en la palabra cuerda, pues la sencillez se da forma inevitablemente cuando a su vez se dan exceso y absoluta falta de cordura.
La música os acompañará cuando os vayáis, os lo prometo, pues de esto no tengáis ninguna duda.
Microrrelato escrito por Thinking Lola