Microrrelatos sin champagne: El Bosque
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“Daughter, The Woods”
Nos dolía conocer lo que nos hacía fuertes, pero no iban una sin la otra. Y es que nos hacía crecer, aunque sin saberlo; somos lo que somos y sabemos lo que sabemos…
- ¡Pero me lo prometió! –me alegraba ver tanta dulzura, pues de inocencia también se vive, aunque menos años–.
- No te fíes de quien promete –dije con voz triste. No pasaba el tiempo sin dejar de sorprenderme, aunque siempre por lo mismo–.
- ¿Por qué?
- […]
- ¿Y por qué lo iba a decir sino?
- Las cosas importantes no se dicen, se hacen.
Se quedó callada mirándome, pero sin verme; yo la oía pensar. Tocaba irme, pues ahora tenía que dejarla sola; ese era su bosque.
Y al volver ya se había ido; quizás resignada, o quizás agradecida. O seguramente las dos cosas, pues veremos que por eso cada vez nos preocupamos menos, y vivimos más. Con el tiempo nada nos importa, o quizás sí; pero no hay otra manera de aprender a ser feliz.
Microrrelato escrito por Thinking Lola