Microrrelatos sin champagne: Hombre libre, hombre feliz
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“Novo Amor, Holland”
Él era periodista, y fotógrafo; era un hombre libre, y feliz. Y guardaba en la memoria cada instante, cada historia que aprendía; y guardaba cada beso como lo guardaba yo. Y siempre terminaba el día con una sonrisa, y nos sentábamos en el viejo sofá de cuero del salón de casa; abríamos su gran álbum con la tapa verde, ya gastada, y me transportaba al mundo con un cuento en cada foto. Y mañana repetíamos, y a veces le enseñaba yo, pues de alguna manera no sólo aprendíamos por experiencia propia, sino del otro, y aprendíamos por dos; cómo lo quería. Un día al llegar a casa me dijo que tenía algo importante que contarme:
- ¿Qué te pasa? –le pregunté muy preocupada, pues su rostro daba miedo–.
- Mañana me voy a la guerra –me dijo en tono serio, y no dijo nada más–.
- ¡No puedes irte, es muy peligroso! –le dije en cuanto me di cuenta de que se iba de verdad, y buscaba una respuesta en su mirada–.
- No te preocupes, sólo voy como fotógrafo. Llevaré mucho cuidado y en unos meses estaré de vuelta con más cuentos; te los contaré para dormir.
- Quiero que vuelvas.
- Volveré, te lo aseguro –me respondió sin darme tiempo a pensar en las consecuencias, pues entonces me hubiera ido yo también–.
Confiaba en él y eso me tranquilizaba, aunque a veces no era fácil mantener la compostura. Confiaba en él y de eso no había duda, aunque me doliera. Unos meses más tarde llamaron a la puerta, pero hacía tiempo que yo ya no esperaba a nadie; al abrir, una persona uniformada en traje verde, como su álbum de las fotos, vino a verme en su lugar, y lloré. Durante un tiempo me preguntaba a todas horas si hay manera de evitar las consecuencias, pues quizás aceptando que el mundo es el que es, y no el que nos gustaría que fuera, todavía estaría aquí. Pero él no seguía consejos de nadie. Era un hombre libre, y feliz, y con eso me bastaba.
Microrrelato escrito por Thinking Lola