Música y champagne para una velada perfecta
A todos nos ha venido alguna vez a la cabeza un recuerdo en forma de escena al escuchar una canción. Puede que sea un recuerdo triste o uno muy alegre, y durante unos momentos entramos en una especie de trance que nos envuelve en una aventura, en un mundo en el que nada hay más fuerte que una emoción. No queremos que se acabe esa canción que tanto nos hace sentir y, cuando lo hace, sólo estamos pensando en buscarla en internet al llegar a casa, o entre nuestra pila de discos viejos que, aunque hace mucho que no escuchábamos, nunca quisimos tirar a la basura, pues con ella se iría una parte muy importante de nosotros. Pero resulta que los recuerdos no son sólo simples copias, imágenes exactas de la realidad, sino que a veces se recuerdan cosas que no han pasado, que nos gustaría que hubiesen pasado, o que nos gustaría que pasaran. Todos nos vamos creando la película de nuestra vida a la vez que la vivimos, y nos sumergimos en un mundo mental paralelo en el que podemos ser felices, tanto o más que en el mundo real.
Otro dato muy interesante es que nuestra mente asocia las emociones al contexto en el que las vivimos, y a la inversa, por lo que acertar con la música en una velada, así como con la luminosidad, el menú, la botella seleccionada o la persona con la que queremos disfrutarla es un detalle que podría cambiar el resto de nuestras vidas sin que nunca nos hayamos parado a pensar en ello. No hay detalle más importante que otro y, si cambiáramos sólo uno, quizás estaríamos cambiando muchas más cosas que poner o quitar una vela, o escuchar o no una canción.
Por eso esta vez queremos recomendaros una serie de autores con los que estamos seguros querréis repetir velada todas las noches, porque será una velada perfecta.
El primero de ellos es Bon Iver, nombre artístico del cantautor Justin Vernon y que, junto con todos los demás integrantes del grupo, saltan a la fama en 2007 con su disco For Emma, Forever Ago. En 2012 ganan el Grammy al Mejor Nuevo Artista y al Mejor Álbum de música alternativa por su álbum Bon Iver, Bon Iver, el cuál recomendamos no perderse. Su nombre se debe a un juego de palabras en francés “bon hiver”, que significa buen invierno, y con el que podríais imaginaros sumergidos en un paisaje nevado, dentro de una cabaña de madera, delante de una chimenea encendida y sentados sobre un sofá biplaza de enormes cojines y brazos altos, compartiendo una botella de Champagne con esa persona que ocupa la mayor parte de vuestros pensamientos.
El segundo grupo del que queremos hablaros se llama Daughter y, aunque se dice es inglés, en realidad la banda se forma en 2010 tras la incorporación del guitarrista suizo Igor Haefeli y el batería francés Remi Aguilella a la cantante Elena Tonra, de ascendencia Irlandesa e Italiana. En 2013 publican su primer álbum If You Leave, con el que saltan a la fama y con el que consiguen ganarse a pulso una plaza entre los grupos de referencia de Indie Folk a nivel mundial. Cada una de sus canciones es un beso a ojos cerrados que no tiene principio ni final, donde las diferentes pistas se van encadenando de forma que mantienen un ambiente agradable y constante, y en el que la mejor solución es activar la opción “repetir todas” de nuestro equipo de música hasta que lo desconectemos a la mañana siguiente para desayunar.
Por último no podemos terminar el post sin hablar de Local Natives, grupo californiano con un estilo descrito como de “pegadiza armonía en tres voces con acordes de influencia afropop y una marcada percusión”, y que debuta en 2009 con el álbum Gorilla Manor. Su música, algo más animada que la de los dos grupos anteriores, es idónea para ese momento de la noche en el que las conversaciones se tornan alegres y sin un hilo específico, donde después de haber cenado bien y con la botella de Champagne casi vacía, una broma coqueta produce una risa de la que no quieres desprenderte.
Esperamos haberte ayudado a dar un toque especial a tu velada perfecta, ¡no dejes de seguirnos en Thinking Lola!
Artículo escrito por Thinking Lola