Queridos Reyes Magos
Queridos Reyes Magos,
Este año no os voy a pedir una bicicleta, un nuevo teléfono, ni otro videojuego; tampoco otra mascota, un caballito de madera, o aquel disfraz que vi después del verano y que también incluí en mi primera lista, la que hice antes que esta. Con los años aprendemos a valorar lo que no se compra, y nos damos cuenta de que lo importante es lo que ya se tiene; de que la felicidad se obtiene de la gente feliz a la que tienes cerca, y de que la gente es feliz porque te tiene cerca a ti. Por eso esta vez os escribiré la carta sólo para pediros por favor que nada cambie, para que todo siga como está; para que todos sigan donde están. O al menos hasta el año que viene, aunque os volveré a pedir lo mismo.
Espero que vuestros deseos también se cumplan, y que nunca os olvidéis de que siempre hay algo bueno por venir, aunque todavía no lo sepamos. Un abrazo fuerte para los tres, y también para los camellos.
¡FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO!
Atentamente,
Thinking Lola.