romance-couple-1209046_1280

Microrrelatos con champagne: Sono arrivato

Antes de empezar a leer te recomendamos buscar esta canción:

“Dustin O’Halloran, We Move Lightly”

  • Ciao!
  • Ciao, come stai?
  • Sono un po stanca, ma non vedevo l’ora d’arrivare. Andiamo a casa –dije yo con voz cansada, pues después de varios días de viaje me apetecía relajarme–.

Estaba todo como lo recordaba, incluso él llevaba puesta la misma camisa que cuando me fui. Entramos y cerré la puerta; se inclinó para darme un beso pero no tenía fuerzas ni para acercar la cara. Cogió mi bolso en una mano, la maleta en otro y me acompañó a la habitación donde ya estaba todo preparado: las sábanas redobladas por mi lado, el pijama debajo de la almohada y un vaso lleno de agua sobre la mesilla. Entré al baño, y él a la cocina; tardamos casi el mismo tiempo y, como si de una tarta de cumpleaños se tratase, me acercó a la habitación una taza de té caliente con mi infusión preferida: agua hervida con romero y miel. A pesar de tantos años que han pasado nunca olvida los detalles, quizás sea esa la razón por la que siempre vuelvo, aunque hoy estuviera muy cansada. Me la bebo, apaga la luz y sale. Aprovecha para cambiar la botella de champagne del congelador al frigo y enseguida vuelve para darme un beso de buenas noches; ahora soy yo la que lo retiene con el brazo alrededor del cuello, y le pido que se quede.

  • ¡Quédate a dormir! –le digo al oído–.
  • No hacía falta que me lo pidieras –me responde al tiempo que me besa el cuello–.

Me giro hacia el otro lado dándole la espalda, él se acomoda y pasa su brazo derecho por debajo del mío; el dorso de su mano toca la palma de la mía y entrelazamos los dedos. Cerramos los ojos, nadie habla y pronto nos dormimos; me gustan cada una de sus mil maneras de hacerme el amor, y durmiendo nos queremos.

Microrrelato escrito por Thinking Lola

Sin comentarios

Escribe un comentario