Postres caseros: Pastel de calabaza
La calabaza se exportó durante el siglo XVI desde América hasta Europa, llegando primero a Francia y extendiéndose después hacia el resto de países. Curiosamente no fue en América donde se encontraron las primeras referencias de este pastel sino en Inglaterra, en un libro publicado en 1670 y escrito por Hannah Woolley’s, Gentlewoman’s Companion, en el que se nombraba una tarta que mezclaba calabaza con manzana, entre otros ingredientes.
La receta pasó de Inglaterra a Estados Unidos modificándose y convirtiéndose en uno de los dulces más populares en el estado de Nueva Inglaterra, incluyéndose posteriormente como postre en el menú de Acción de Gracias. Su presencia en este menú tuvo tanto éxito que durante los siglos XVIII y XIX se extendió por todo el país, convirtiéndose en tradición y siendo hoy una de las cosas más características tanto de este día como del periodo festivo de Acción de Gracias, junto con el pavo relleno. Su elaboración es muy fácil y rápida, necesitaremos:
Ingredientes
- 400 gr de calabaza cocida
- 100 gr de azúcar blanca
- 150 gr de azúcar moreno
- 5 gr de bicarbonato sódico
- 2 gr de sal
- 5 gr de canela en polvo
- 5 gr de jengibre en polvo
- 5 gr de nuez moscada
- 2 gr de cardamomo
- 5 ml de extracto de vainilla
- Ralladura de medio limón
- 3 huevos
- 350 ml de nata para cocinar
- Masa de hojaldre
Preparación
- Precalentar el horno a 180º.
- Pelar la calabaza y cocerla hasta que podamos hacer un puré.
- En un recipiente, mezclamos el bicarbonato, el azúcar blanco y moreno, la sal, las especias, la esencia de vainilla y la ralladura de limón junto con los huevos batidos.
- Añadimos la calabaza y la nata y mezclamos bien hasta que quede homogéneo.
- Ponemos la masa de hojaldre sobre un molde redondo para tartas.
- Vertemos la mezcla de los ingredientes sobre el molde con el hojaldre.
- Horneamos a 180º durante 45-60 minutos.
- Una vez hecho, dejar enfriar durante unas dos horas.
En cuanto a las variaciones de esta tarta, hay quien añade más o menos especias. También se puede cambiar la nata por leche, añadir un poco de mantequilla o aceite de girasol, o variar las cantidades de los ingredientes para adaptarlas a nuestro gusto personal. Como podéis ver esta receta no es la misma que la del bizcocho de calabaza, pues se elabora sobre una masa de hojaldre y no lleva harina, siendo muy diferentes tanto en sabor como en la textura.
Enseguida volveremos con muchas más recetas tan fáciles y rápidas de preparar como esta. ¡Hasta el próximo post!
Artículo escrito por Thinking Lola