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Postres caseros: Bizcocho de limón

Aunque desconocemos el origen de esta receta, es claramente una de nuestras preferidas por su simpleza, su textura y su notable sabor a limón. Es muy popular en todo el mundo y se incluye dentro de las recetas clásicas, formando parte de la carta en muchos coffee shops y pastelerías de un gran número de países. Para su elaboración necesitaremos:

Ingredientes

  • 300 gr de harina de trigo
  • 300 gr de azúcar blanca
  • 250 gr de margarina
  • 10 gr de levadura en polvo
  • 10 gr de bicarbonato sódico
  • 5 gr de canela
  • 2 gr de nuez moscada
  • 4 huevos
  • Ralladura de 2 limones
  • Jugo de 2 limones
  • 60 gr de azúcar más para el zumo de limón

Preparación

  • Precalentar el horno a 180º.
  • Derretir un poco la margarina en el microondas.
  • Mezclar en un recipiente la harina, el azúcar, la margarina, la levadura, el bicarbonato, la canela y la nuez moscada.
  • En otro recipiente, batir los huevos y añadir al anterior.
  • Rallar la piel de los limones y añadirla también a la mezcla.
  • Después escurrir los dos limones para obtener su jugo y reservar para el final.
  • Una vez la masa esté bien homogénea, verter en un molde redondo para tartas previamente engrasado para evitar que el bizcocho se nos quede pegado.
  • Hornear a 180º durante 40-60 minutos.
  • Mientras cuece el bizcocho, ponemos durante unos minutos un cazo al fuego con el jugo de limón y el resto de azúcar blanca y removemos bien.
  • Cuando el bizcocho esté listo lo barnizamos con el jugo de limón con la ayuda de un pincel de cocina o de una cuchara, y lo dejamos reposar para que se impregne.

Existen muchas recetas diferentes de este bizcocho que añaden un yogurt a la masa, que cambian la mantequilla por aceite de girasol o de oliva, e incluso que añaden otras harinas como espelta para darle un toque diferente. También hay recetas que no barnizan el bizcocho con el jugo de limón al final, quedando listo para probarlo al salir del horno una vez se enfríe. Por supuesto se puede añadir extracto de vainilla, y variar las cantidades de harina, huevos, etc., en función de cada uno.

Nos vemos muy pronto en nuestra próxima receta, ¡estad atentos!

Artículo escrito por Thinking Lola

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